sábado, 18 de junio de 2016

Undécima jornada

La tenacidad y espíritu de supervivencia de los renacuajos que encontramos en la sexta jornada ha dado su fruto. Ya en plena metamorfosis hemos sorprendido a este aprendiz de sapo de espuelas observando el mundo terrestre que pronto tendrá que afrontar.


La gran mayoría de sus hermanos ha perecido víctima de la desecación del arroyo y la infatigable acción de los córvidos, hábiles esquilmadores de estas larvas que requieren largo tiempo para su desarrollo. En los próximos días volveremos al área para, con suerte, documentar gráficamente su abandono del medio acuático.