lunes, 18 de abril de 2016

Séptima jornada: Un descubrimiento inesperado

Al regresar a casa estas noches pasadas habíamos advertido un singular coro de bienvenida que reclamaba agitación a los cuatro vientos. A escasa distancia hacia el norte, y desembocando en el Embalse de Pedrezuela desde el este, despierta primaveralmente un arroyuelo, para, en contados días, perecer víctima de la solana. Alimentado por las copiosas precipitaciones de las últimas jornadas, el arroyo fluye hoy cuantioso y alegre, y fue objeto de nuestra atención anoche: en apenas unos centenares de metros descubrimos 35 esforzados Bufo calamita y nada menos que 19 puestas de otras tantas parejas... o no. Obsérvese la tumultuosa meleé que se debatía rodando junto al cauce.


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